EL IMPACTO DEL CORONAVIRUS SOBRE LOS OBJETIVOS DEL DESARROLLO SOSTENIBLE (ODS)

Autores: Aliciardi, M. Belén – Langer, Natalia

Fecha: 2020-05-19 00:00:00

Colección: Doctrina

Cita: MJ-DOC-15333-AR||MJD15333


Voces: CORONAVIRUS – DESARROLLO SUSTENTABLE – EDUCACIÓN – DAÑO AMBIENTAL – CONTAMINACIÓN AMBIENTAL – ALIMENTOS – MEDICAMENTOS – AGUAS – SALUD – VIOLENCIA DE GÉNERO – MENORES – DISCAPACITADOS – AMBIENTAL – RECURSOS NATURALES – COMBUSTIBLE Y ENERGÍA

Tanto Naciones Unidas como otros expertos en desarrollo sostenible vaticinan con seguridad que la pandemia de coronavirus va a tener un fuerte impacto en la Agenda 2030. Estos impactos podrán ser tanto positivos, es el caso del cambio climático, como negativos, con especial foco en lo que se refiere al detrimento de la salud comunitaria, educación y al incremento de las desigualdades debido a la desaceleración económica mundial.

Queda una década para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, una ambiciosa agenda de desarrollo social, político y económico -que pone en las personas, el planeta, la paz y la necesidad de construir alianzas – el foco para lograr un mundo mejor y que ninguna persona se quede atrás.  

La Agenda 2030 es global, afecta tanto en nuestro entorno más cercano y local, como a nivel mundial. Actualmente, el mundo enfrenta la pandemia del coronavirus que nos hace darnos cuenta de la globalización y sus consecuencias locales. Además, no se trata solo de una crisis de salud pública, sino que afecta a todos los sectores de la sociedad, tanto políticos, económicos o de relaciones sociales. De esta forma, únicamente con la implicación de todas las personas y colectivos, se podrá controlar y reducir esta enfermedad

Las siguientes reflexiones fueron realizadas en base al informe “Responsabilidad compartida, solidaridad global: una respuesta a los impactos socioeconómicos de la COVID-19” de Naciones Unidas.  

ODS 1: UN MUNDO SIN POBREZA

Una vez que se haya superado esta crisis, «la recuperación no debe llevarse a cabo a espaldas de los más pobres, y no podemos crear una legión de nuevos pobres», según Antonio Guterres, Secretario General de las Organización de las Naciones Unidas, celebrando las medidas de protección social «donaciones en efectivo o ingreso universal”, tomadas por algunos países para ayudar a las poblaciones vulnerables, como por ejemplo lo ha hecho Argentina.

ODS 2: HAMBRE «CERO»

Las agencias de comercio, salud y alimentación de la ONU (OMC, OMS, FAO) adviertan sobre la amenaza a la seguridad alimentaria mundial. El programa mundial de alimentos (PMA) está a la vanguardia para satisfacer las necesidades alimentarias y nutricionales de 87 millones de personas pobres, marginadas y hambrientas, a menudo privadas de protección contra la pandemia. Mientras intensifica sus programas de ayuda alimentaria, está fortaleciendo su apoyo logístico para toda la comunidad humanitaria que lucha contra la propagación del virus. La agencia acaba de entregar equipos de salud y protección a 67 países. El PMA también está trabajando para reponer las existencias de alimentos para proporcionar al menos tres meses de ayuda alimentaria a personas vulnerables en diferentes países prioritarios. Para asegurar la continuación de estas operaciones vitales, hace un llamado a sus socios gubernamentales para que confirmen sus contribuciones por un monto de $ 1.9 mil millones. En Argentina, muchos gobiernos realizan reparto de alimentos ante esta pandemia.

ODS 3: SALUD

La Organización Mundial de la Salud (OMS) encabeza la lucha mundial contra el COVID-19- EEUU le retira fondos a la OMS-. Mientras los médicos expertos de la OMS apoyan las medidas adoptadas por los gobiernos, hoy la agencia de la salud ha anunciado el lanzamiento de la campaña “Pasa el mensaje para eliminar al coronavirus” en colaboración con la FIFA, la Federación Internacional de Fútbol. En la rueda de prensa del 23 de marzo, el Director General de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, afirmó que ya se han notificado a la OMS más de 300.000 casos de infectados por la COVID-19 procedentes de casi todos los países del mundo. Transcurrieron 67 días desde que se notificó el primer caso hasta llegar a los primeros 100.000 casos, 11 días para llegar a los siguientes 100.000 casos y solo 4 días para los nuevos 100.000 casos. “No se puede ganar un partido de fútbol únicamente defendiendo”, comentó. “Para ganar, tenemos que atacar al virus con tácticas agresivas y bien orientadas: analizando cada caso sospechoso, aislando y atendiendo cada caso confirmado, y localizando y dejando en cuarentena a cada contacto cercano”. 

ODS 4: EDUCACIÓN DE CALIDAD

A pesar de las medidas de enseñanza online que se están llevando a cabo, la educación de los niños, en especial en los colectivos más vulnerables, está viéndose muy afectada. Sobre todo, en aquellos países a donde la brecha digital es muy grande y las posibilidades de conectividad son sumamente desiguales. 

La mitad de la población estudiantil mundial no puede asistir a la escuela o la universidad por el cierre de establecimiento educativos a raíz de la pandemia de coronavirus, una cifra que equivale entre 850 millones a 1.500 millones de personas (es decir, el 72,9 por ciento del total de alumnos matriculados) desconectados de la escuela, según la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco),

Según Unesco, 124 países mantienen totalmente cerrado su sistema educativo y otros 11 han impuesto cierres locales para frenar el avance del virus.

En Argentina, cerca de diez millones de estudiantes han visto cómo se han suspendido las clases debido a esta emergencia, pero continúan on line. Anteriormente, países como Japón, China o Italia, entre otros, habían tomado la misma decisión, afectando tanto a partes concretas del país como a su totalidad. Aunque el centro educativo esté cerrado, el proceso de aprendizaje no puede interrumpirse. El derecho a la educación está recogido en la Convención sobre los Derechos del Niño y, además, la educación de calidad es uno de los Objetivos de la Agenda 2030.  

Los estudiantes no están de vacaciones durante estos días. La actividad lectiva continúa a través de modalidades no presenciales a través de Internet. No obstante, estas modalidades a distancia presentan dificultades para algunos sectores de la sociedad, especialmente para aquellos hogares que no cuentan con conexión a Internet o que tienen equipos tecnológicos desactualizados. 

Según la UNESCO, “los desastres naturales, las pandemias y los conflictos, así como los desplazamientos internos y transfronterizos internos y resultantes, pueden dejar a generaciones completas traumatizadas, sin educación y poco preparadas para contribuir a la recuperación social y económica de su país o región”. Continuar el proceso educativo durante las emergencias no solo proporciona conocimientos y aptitudes, sino que además ayuda a proporcionar calma y una cierta sensación de normalidad. De esta manera, se recomienda “fortalecer la capacidad de los gobiernos y la sociedad civil en todos los niveles en materia de reducción del riesgo de desastres, educación en favor de la paz, adaptación al cambio climático y preparación y respuesta ante situaciones de emergencia”. 

Para abordar estos cierres, cuya escala y velocidad representan un desafío sin precedentes para el sector educativo, la UNESCO ha creado un grupo de trabajo COVID-19 responsable de proporcionar asesoramiento y asistencia técnica a los gobiernos que buscan proporcionar educación a los estudiantes que están temporalmente fuera de la escuela. La agencia también está lanzando una COVID-19 Global Coalition para reunir a socios multilaterales y el sector privado para ayudar a los países a implementar sistemas de aprendizaje a distancia.

Ante la brecha digital planeada, podríamos tomar el ejemplo de Sierra Leona, ante al Ébola, en donde las escuelas se cerraron durante ocho meses, perdiéndose un año escolar. Durante ese tiempo, el Ministerio de Educación, con el apoyo de UNICEF y otros aliados, puso en marcha una programación de radio con el propósito de mantener el vínculo con el aprendizaje durante la crisis sanitaria. La programación diaria estaba basada en los planes de estudio tanto de primaria como de secundaria, incluyendo materias como matemáticas, inglés y educación cívica. Las lecciones se transmitían cinco días a la semana durante 30 minutos, permitiendo a los oyentes llamar con preguntas al finalizar cada sesión.  Para asegurar el acceso a estos programas, especialmente en las zonas rurales y en los hogares más pobres, UNICEF distribuyó 25.000 radios a las comunidades 

ODS 5: IGUALDAD DE GÉNERO

La pandemia tiene consecuencias sociales que afectan principalmente a las mujeres. A nivel mundial, representan el 70% de los trabajadores en el sector de servicios sociales y de salud y, por lo tanto, están particularmente expuestos al riesgo de contaminación. Además, «la carga de las responsabilidades familiares, que ya es desproporcionadamente normal, sigue descansando sobre ellas», según el Director Ejecutivo de la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres. (ONU-Mujeres), Phumzile Mlambo-Ngcuka.

Por otro lado, muchas mujeres víctimas de violencia de género se ven obligadas a estar encerradas con sus agresores.  Además, «la mayoría de las mujeres trabajan en la economía informal, lo que significa que sus ingresos son precarios y que se benefician de un seguro de salud que generalmente es inadecuado o incluso inexistente». Por lo cual recae principalmente el impacto económico y la pérdida de puestos de trabajo, como el ODS 1, el 8 o el 10. En la emergencia actual, ONU-Mujeres está trabajando en estrecha colaboración con la OMS y otros organismos y equipos de la Organización en los países para fortalecer la respuesta coordinada al COVID-19. La agencia también se basa en las redes existentes de organizaciones dirigidas por mujeres. 

ODS 6: AGUA LIMPIA Y SANEAMIENTO 

Una de las principales medidas para luchar contra el coronavirus es maximizar las condiciones de higiene, donde el lavado de manos con agua y jabón es crucial. No obstante, el agua es un recurso limitado, amenazado por las consecuencias del cambio climático, por ello asegurar el derecho humano al agua es uno de los objetivos de la Agenda 2030. Aproximadamente 2.200 millones de personas no tienen acceso al agua potable y 4.2 mil millones, más de la mitad de la población mundial, están privados de saneamiento seguro. En América Latina y el Caribe, uno de cada cuatro estudiantes no cuenta con un servicio básico de saneamiento y el 39% de los más de 156 millones de estudiantes de la región no tienen puntos de lavado de manos en sus escuelas.  

En su nuevo informe mundial sobre el desarrollo de los recursos hídricos, publicado con motivo del Día Internacional del Agua, ONU-Agua advierte sobre un deterioro de la situación debido al cambio climático, que afecta la disponibilidad, calidad y cantidad de agua necesaria para las necesidades básicas. El informe advierte que tal retroceso podría obstaculizar el Objetivo 6 de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Por este motivo, los miembros y colaboradores de ONU-Agua se comprometen a cumplir con el Marco de Aceleración Mundial del Objetivo 6, Agua limpia y saneamiento, que unificará a la comunidad internacional y proporcionará rápidos resultados en los países a una mayor escala. Esto se llevará a cabo como parte de la Década de Acción para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible en el año 2030.

ODS 7: ENERGÍA LIMPIA

Uno de los impactos de mercado más observables de una epidemia extendida donde los viajes, el comercio y el transporte se restringen y el crecimiento se ralentiza, sería un profundo y prolongado descenso del precio de la energía. Es probable que muchos productores de petróleo estén ya en pérdidas. Por debajo de los 40 dólares por barril, las actividades de perforación en alta mar y en aguas profundas (offshore) para muchos productores se hunden en números rojos.

ODS 8: TRABAJO DECENTE Y CRECIMIENTO ECONÓMICO

La Organización Internacional del trabajo (OIT) estima que la crisis económica causada por la pandemia podría conducir a un aumento del desempleo de hasta 25 millones de personas en todo el mundo. También anticipa una caída en el ingreso de los trabajadores que probablemente alcance los $ 3.4 billones de dólares. Cifras vertiginosas que, sin embargo, corren el riesgo de «subestimar la fuerza del impacto», según Guy Ryder, Director General de la OIT, al recordar que «solo una de cada cinco personas» puede beneficiarse hoy de Prestaciones de desempleo. 

Según Ryder, existe la posibilidad de salvar millones de empleos si los gobiernos actúan para «garantizar la continuidad del negocio, evitar despidos y proteger a los trabajadores vulnerables». Abogar por el apoyo de ingresos, subsidios temporales, créditos impuestos para el trabajo por cuenta propia y el apoyo financiero a las empresas, como por ejemplo lo ha hecho Argentina.

La economista superior de la OIT, Janine Berg, advirtió que las personas con empleo informal no tendrían la protección social que necesitan en tiempos de crisis.  Señaló que en la Recomendación de la OIT sobre los pisos de protección social, 2012 (número 202) se dice que los países deben garantizar a todos sus ciudadanos por lo menos un nivel básico de seguridad social y asegurar progresivamente niveles adecuados de protección al mayor número posible de personas, lo antes posible. “A la luz de la crisis de la COVID-19, ahora es un buen momento para prestar atención a este punto y reestructurar y reconstruir los sistemas que tenemos en marcha”, recalcó la economista

ODS 9 INDUSTRIA, INNOVACIÓN E INFRAESTRUCTURA

La digitalización y las tecnologías de la información están jugando un papel destacado en el confinamiento que ha provocado el Covid-19, donde la digitalización está poniendo solución a la situación de aislamiento.

De ahora en adelante se debe apostar aún más por la innovación como respuesta y los avances tecnológicos y la investigación pasan a ser esenciales para encontrar soluciones permanentes a los desafíos económicos y ambientales.

Este ODS estaba pensado para repercutir de forma directa sobre el aumento de la productividad y los ingresos a nivel global, pero además ahora se debe tener en cuenta para mejorar el acceso a la atención sanitaria y a la educación, ayudando además a proteger nuestros ecosistemas y recursos naturales.

Los impactos negativos generados de seguir con los mismos procesos industriales, de no invertir en investigación o de no facilitar las tecnologías a todas las sociedades y empresas es un lujo que no se puede seguir permitiendo.

ODS 10: REDUCCIÓN DE LAS DESIGUALDADES

En las crisis, los más vulnerables, entre los que se encuentran las mujeres y los niños, las personas con discapacidades, los grupos marginados y los desplazados, pagan el precio más elevado. En una rueda de prensa celebrada hoy, el Secretario General ha explicado que el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) han estado trabajando mucho para disponer de un plan mediante la colaboración con los países de acogida. El objetivo es evitar la llegada del virus a los campamentos de refugiados o a los asentamientos. Ha hecho un llamamiento a la comunidad internacional para que apoye plenamente esas medidas que serán incluidas en un llamamiento humanitario de 2000 millones de dólares que las Naciones Unidas lanzarán el miércoles. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi, en su última declaración sobre la COVID-19, expresó su preocupación por las medidas adoptadas por algunos países que podrían bloquear por completo el derecho a solicitar asilo. Todos los países deben administrar sus fronteras como les resulte conveniente en el contexto de esta crisis excepcional. Sin embargo, estas medidas no deben dar lugar a la obstrucción de las vías para solicitar asilo, ni a que se obligue a las personas a volver a situaciones de peligro. Si se identifican riesgos para la salud, se pueden establecer mecanismos de detección, junto con pruebas, cuarentena y otras medidas. Esto permitirá a las autoridades gestionar la llegada de los solicitantes de asilo y los refugiados de manera segura, respetando las normas internacionales de protección de los refugiados destinadas a salvar vidas, afirmó. 

En síntesis, este plan global de respuesta humanitaria lanzado por las Naciones Unidas tiene como objetivo ayudar a los «ultra vulnerables». Supervisado por la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), este plan cuenta con el apoyo de las agencias del sistema de las Naciones Unidas, en particular la OMS, el PMA, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la Organización Internacional para Migración (OIM) y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados(ACNUR). Sin embargo, se hace hincapié en las consecuencias del cierre de fronteras para las personas que huyen del conflicto puesto que el cierre de las rutas frena el acceso a los sistemas de asilo.

ODS 11 CIUDADES Y COMUNIDADES SOSTENIBLES

Los asentamientos humanos, tengan la dimensión que tengan, deben saber hacia dónde van, quiénes son y qué quieren ser en los próximos años. Tienen que adoptar valores globales y combinarlos con los problemas y retos locales. Para pensar en ciudades o comunidades sustentables se deben tener en cuenta tres categorías principales, íntimamente ligadas a los ODS: Personas (movilidad social y calidad de vida), Beneficio (entorno empresarial y desempeño económico) y Planeta (gestión del uso de energía, contaminación y emisiones).

Para la ONU, no se puede lograr un desarrollo sostenible sin transformar radicalmente la forma en que se construyen y administran los espacios urbanos.

Naciones Unidas expreso que “La población que vive en barrios marginales se enfrenta a un mayor riesgo de exposición a COVID-19 debido a la alta densidad de población y a las malas condiciones de saneamiento. En este momento es crucial consolidar la seguridad, resiliencia e inclusividad en las ciudades.”

ODS 12 PRODUCCIÓN Y CONSUMO RESPONSABLE

La secretaria de Cambio Climático, Desarrollo Sostenible e Innovación, María del Pilar Bueno, presidió una reunión de la Junta del Marco Decenal de Programas sobre Consumo y Producción Sostenibles (10YFP, por su sigla en inglés), allí se remarcó que se trata de un ámbito de acción global que busca promover la cooperación internacional a fin de acelerar la transición hacia el consumo y la producción sostenibles, en el marco de este objetivo y el cual forma parte de la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas.

Allí Argentina planteó la necesidad de profundizar la búsqueda de fondos para la implementación de proyectos nacionales en materia de consumo y producción sostenibles y avanzar hacia la consolidación del trabajo del Marco Decenal y el ODS.

Además, ante la realidad que estamos viviendo y en donde se establece que el virus nace por un mal manejo y consumo de animales es donde se debe hacer mayor hincapié y educar al consumidor en su responsabilidad al momento de comprar y consumir. Por otro lado, y relacionado con el ODS 8 es momento también de apoyar, siempre que sea posible, a los emprendedores sustentables, que realización sus trabajos en beneficio del ambiente.

ODS 13: ACCIÓN POR EL CLIMA

La pandemia ha obligado a varios de los países a reducir la actividad industrial, comercial y a la disminución del transporte terrestre, marítimo y aéreo. Este cambio de comportamiento ocasiona que se emita menos de un millón de toneladas de dióxido de Carbono (CO2) al día según la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de EE UU. 

La NASA informo cómo esas disminuciones, redujeran un 25% las emisiones de CO2 de China desde la cuarenta. Recordemos que China es el mayor emisor de gases efecto invernadero (GEI) y CO2 del mundo, con el 27% y 29%, respectivamente.  Por ello en el Acuerdo de Paris, China se comprometió para reducir las emisiones de CO2 en un 60-65% desde el nivel de 2005 para 2030.

Por su parte, la Agencia Espacial Europea (ESA) ha difundido imágenes satelitales que muestran que desde la cuarenta ha disminuido el dióxido de nitrógeno (NO2) – proveniente de motores de automóviles, plantas de energía y otros procesos industriales-, en Italia -sobre todo en el norte- al igual que en Milán en 21 %, en Madrid del 56%, y en Barcelona del 40% al igual que en Lisboa. Recordemos que el límite legal europeo de este contaminante para todo el año es 40 micr/m3.

Argentina, no es ajena a esas disminuciones a partir de la cuarenta. Las imágenes registradas por el sensor TROPOMI, a bordo del satélite Sentinal-5P (ESA), muestra como el NO2 bajaron en el Gran Buenos Aires. Por su parte, la Agencia de Protección Ambiental (APrA) de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, informo que las partículas contaminantes que respiramos se han reducido a la mitad entre los días 20 y 25 de este mes, es decir, desde el inicio de la cuarentena obligatoria. Recordemos que el 2016, Argentina ratificó el Acuerdo de París y se comprometió “con una meta absoluta de no exceder la emisión neta de 483 millones de toneladas de CO2 equivalente en el año 2030”.

Estas estimaciones indican que este año las emisiones globales podrían reducirse este año aproximadamente un 7%, una cifra cercana a lo que se debería lograr con el esfuerzo de todos los países para este 2020, según el Acuerdo de París. 

ODS 14 VIDA SUBMARIANA

Solo los océanos saludables, productivos y sostenibles pueden contribuir a alimentar a las comunidades a nivel local y global es por eso que se deberá dar mayor protección y lograr la sostenibilidad de la vida submarina en lo que respecta con las zonas de mar abierto y altamar se precisa de una mayor cooperación internacional. Además, los Gobiernos deben de acatar medidas integrales, eficaces y tener una gestión equitativa para establecer sistemas de zonas protegidas.

Argentina advirtió que hay más de 100 barcos invadiendo zona económica exclusiva, ya nos encontramos en una época del año que favorece la pesca del calamar y estas zonas deben ser respetadas.

Por otro lado, con apoyo de las nuevas tecnologías, OceanMind utiliza IA y la nube de Microsoft para hacer frente a la pesca ilegal. OceanMind, ubicada en Didcot, Oxfordshire, utiliza IA y satélites para identificar barcos alrededor del mundo que tal vez no cumplan con las regulaciones locales, la compañía rastrea a miles de embarcaciones y tiene la capacidad de rastrear muchas más. La IA que OceanMind utiliza para identificar pesca ilegal o no regulada, utiliza datos de una variedad de fuentes, incluidos los transpondedores de los barcos para evitar colisiones, imágenes de radar y de satélite, y señales de teléfonos móviles. Luego, un algoritmo de aprendizaje automático desarrollado por la compañía identifica la posible mala conducta, como pescar muy cerca de la costa o en áreas donde la pesca está restringida.

ODS 15 VIDA DE ECOSISTEMAS TERRESTRES

Se debe empezar a destacar la importancia de los bosques del planeta como cortafuegos naturales para evitar la propagación de pandemias y reclamar la protección activa de la biodiversidad como seguro de futuro para toda la humanidad.

El investigador del CSIC, Fernando Valladares, destacó que la pandemia del COVID-19 se sustenta en lo que él llama los tres ejes de “la ecuación del desastre”: pérdida de la biodiversidad, globalización y desigualdad social. Se debe mantener la riqueza natural de los bosques, pues su desaparición, la simplificación de estos ecosistemas reduce los mecanismos naturales reguladores de enfermedades basados en la dilución, la amortiguación y el control poblacional. “La deforestación y degradación de los bosques nos pone en contacto directo con especies hospedadoras de virus para los que no tenemos desarrollado nuestro sistema inmune, pero para que acaben en pandemia hacen falta otros ingredientes como la globalización, que la extiende a gran velocidad por todo el mundo”, destaca Valladares. Y añade: “A ello se une la escasez de especies en el bosque, pues la biodiversidad nos protege evitando explosiones demográficas de esos hospedadores de virus gracias a depredadores y parásitos, diluye la carga vírica al repartirla entre muchas especies y la amortigua gracias a la diversidad genética dentro de una misma especie”.

Alfonso San Miguel es catedrático de la Universidad Politécnica de Madrid, y un experto en biodiversidad y ecosistemas. Remarca que la meta de este ODS es Gestionar sosteniblemente los bosques, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras y detener la pérdida de biodiversidad. Promover el uso sostenible de los ecosistemas terrestres, la gestión sostenible de las superficies forestales, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras y frenar la pérdida de la diversidad biológica.

ODS 16: PAZ, JUSTICIA E INSTITUCIONES SÓLIDAS        

Este objetivo consiste en encontrar maneras de asegurar que todo el mundo viva en una sociedad pacífica. El Secretario General ha hecho hoy un llamamiento urgente a favor de un inmediato alto al fuego en todos los rincones del mundo y de un esfuerzo internacional conjunto para combatir la pandemia que asola el mundo. “La agresividad del virus ilustra la locura de la guerra”, ha explicado en una rueda de prensa virtual. “Es hora de ‘poner en encierro’ los conflictos armados, suspenderlos y centrarnos juntos en la verdadera lucha de nuestras vidas.”  

ODS 17: ALIANZAS 

Para que se cumplan estos objetivos es necesaria la participación de todo el mundo, incluidos los gobiernos, el sector privado, las asociaciones civiles y las personas de todo el mundo. La lucha contra la COVID-19 no es ninguna excepción. 

Los ODS, son una oportunidad para hacer frente a la crisis económica, ya que abren un gran abanico de oportunidades económicas que podrían ser la puerta de salida de la crisis económica en la que nos estamos sumergiendo.

En concreto, la pérdida de los puestos de trabajo se podría compensar con el empleo generado a través de la implementación de un modelo de economía circular, con el que se podría generar beneficios económicos y crear nuevos puestos de trabajo de aquí a 2030; o con la inversión en el ámbito de las energías renovables, en la que Argentina podría ser una de las beneficiadas con la generación de más empleos hasta 2030.

No debemos olvidar que para la transición hacia estos modelos de producción sostenible es necesaria la actuación de las administraciones públicas y el apoyo de una estrategia de desarrollo sostenible a nivel nacional que contemple medidas y ayudas para las empresas que decidan apostar por ellas.

En definitiva, debemos seguir trabajando unidos, tanto para hacer frente a la pandemia de la COVID-19 como para la consecución de los ODS. No podemos dejar ahora de avanzar hacia el logro de la Agenda 2030 ya que, como exclama su lema, “no podemos dejar a nadie atrás”.

Es vital, por ello, contar con una estrategia global, integral y coordinada para prevenir infecciones, salvar vidas y minimizar el impacto del nuevo coronavirus. Los ODS y la Agenda 2030 representan una hoja de ruta para enfrentar los desafíos mundiales como la crisis originada por coronavirus, manteniendo un equilibrio entre la protección de los derechos, el ambiente y el necesario desarrollo económico.   

Pero para ello, se sugiere cambiar el orden de los ODS, si entendemos que la numeración atendía a la importancia de las acciones. El ODS 17 debería pasar a ser, sin duda, el objetivo número 1 a partir de ahora. Las alianzas para lograr los objetivos de la humanidad deberían ser el motor de todo. A las pruebas nos remitimos para demostrar que sin esta coordinación poco vamos a solucionar en el futuro.

Junto con el 17, en un podio imaginario, consideramos que la base de la vida futura debería estar también sustentada por el ODS 3, Salud y el Bienestar, y por la Producción y el Consumo Responsable, el ODS 12. Hoy en día, las industrias farmacéuticas pasan por ser la Bastilla de la revolución que nos vamos a encontrar en breve. Ningún humano atrás jamás sin medicamentos o tratamiento médico que asegure su salud y su bienestar debería ser un epígrafe escrito en todas las plazas de los pueblos y ciudades del mundo. La investigación farmacológica debe estar al servicio de los humanos y no del mercado. Se trata de una consideración que debe regir también la producción y consumo: las marcas van a entrar en una lucha épica por entrar en nuestra mente por productos o servicios éticos y los consumidores van a reconocerlo descaradamente. Estamos viendo un derroche de compromiso de todas las marcas que continúan activas en el mercado pese al coronavirus. Es solo el principio de una nueva era de valores comerciales y misiones/visiones renovadas.

El ODS 11, Ciudades y Comunidades Sostenibles, debería pasar a ser el objetivo 4. Los asentamientos humanos, tengan la dimensión que tengan, deben saber hacia dónde van, quiénes son y qué quieren ser en los próximos años. Deben definir cuáles son sus valores fundamentales del mismo modo que lo hacen las marcas. Tienen que adoptar valores globales y combinarlos con los problemas y retos locales. Grandes urbes argentinas como Ciudad Autónoma d Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe… han de proponerse su papel en la consecución de objetivos humanos. No hablo de los programas políticos coyunturales. Hablo de la definición sine die del espíritu ético de la ciudad

El ODS 10 de Reducción de las Desigualdades debería pasar al quinto lugar con una ampliación de su fin para incluir también “el amparo a los ancianos”. Caminamos hacia una sociedad terrestre envejecida y longeva que va a necesitar muchísima ayuda y apoyo que mitigue su reducción o incapacidad física, económica o, simplemente, de soledad.

La educación de Calidad e Igualdad de Género, ahora en cuarto y quinto puesto respectivamente, retrasarían sus puestos al sexto y séptimo lugar en este nuevo ranking. La educación es básica para la especie humana. Debemos compartir un estándar educativo terrestre lo antes posible, que suponga un porcentaje fijo mínimo de contenido académico, sin limitaciones geopolíticas y que articule valores comunes para los terrícolas sin que importe el lugar donde residas. Dentro de esa educación debe prevalecer la igualdad de género, por supuesto, y también otra igualdad que va vinculada a la necesidad de los humanos de relacionarse con otros miembros de su especie y que desarraigaría a las personas de sus vicios ancestrales: el derecho a la movilidad.

En la era de comunicación digital, todos los humanos deben salir de su hábitat natural para conocer y relacionarse en persona con otros. Se trataría de encuentros humanos por el mero hecho de serlo, en los que compartir valores, necesidades, inquietudes, retos… La llamaré Participación Humana.

En las pocas semanas de confinamiento que llevamos se ha demostrado que ha bajado alarmantemente la polución del planeta. Sí, nos produce alarma que en tan poco tiempo se desmoronen los niveles de contaminación. ¿Qué son dos semanas de parón de la vida? ¿Tan poco cuesta reducir el efecto nocivo de los humanos de su actividad diaria?

Por favor, hay que ver cómo integramos, cuando llegue la vida normal, estos parones para que el planeta respire. Daremos entonces respuesta más rápidamente a los Objetivos 6, Agua Limpia y Saneamiento; 13, Vida Submarina; 14, Acción por el Clima y 15, Acción por el clima. Estos ODS pasarían a estar ahora en los puestos octavo, noveno, décimo y undécimo.

Retrocedamos de nuevo al ODS 7 del listado actual: Energía asequible y no contaminante, que situaríamos ahora en duodécimo lugar.  Seguido del ahora 9, Industria, Innovación e Infraestructura, que pasaría a ser el objetivo 13. Nadie ya, afortunadamente, pone en duda estas cuestiones, necesarias para el planeta por un lado e innatas en el cerebro humano, por otro, como es la innovación y también la existencia de una seguridad jurídica mundial para el progreso y la creación a través del 16, Paz, Justicia e Instituciones Sólidas, que resituamos ahora en el puesto 14.

Para los tres últimos lugares del nuevo listado de los ODS tras el paso del Coronavirus dejo los actuales ODS 1, Fin de la pobreza; el ODS 2, Hambre Cero y el 8, Trabajo Decente y Crecimiento Económico. Vamos a darles la vuelta y cambiarles el título. El 15 sería Trabajo para la Humanidad; el 16, Alimentación para todos y el último y más importante como colofón y suma de todos los anteriores: Comienzo de la Riqueza Humana. Y que cada ser humano elija en qué consiste su riqueza y cómo compartirla con el resto de la especie tras lo que estamos viviendo.

Necesitamos el ODS 18: solidaridad humana, y romper ese círculo vicioso del neoliberalismo y su cultura de consumismo y del éxito, que ensancha las brechas sociales, destruye el planeta y nos niega el derecho fundamental a la vida. Debemos reflexionar, razonar y actuar con sistemas sociales y políticas inteligentes, que nos conduzca a todos, sin excepción alguna, hacia la sociedad del bienestar.

En sintonía con lo dicho, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) adoptó el 10 de abril del 2020, la Resolución No. 01/20; Pandemia y Derechos Humanos en las Américas, resultado de la Sala de Coordinación y Respuesta Oportuna e Integrada para la pandemia del COVID-19 (SACROI COVID-19), instalada el 27 de marzo del 2020, en donde aborda en su integralidad la situación, mundial y regional del conjunto de los derechos humanos comprendidos y tutelados por la Convención Americana de Derechos Humanos (CADH), en consonancia con el Derecho Internacional de los Derechos Humanos. Lo hace en tanto existe uniformidad en cuanto a la tutela y resguardo, en los cuerpos normativos, de los derechos a la vida, a la salud y a la integridad de las personas,  el acceso en condiciones de igualdad a la provisión de los medicamentos y al servicio hospitalario, público y privado, afirmando, en todo ese espectro de tutela, la universalidad, interdependencia y transversalidad del conjunto de los derechos humanos, resguardo necesario para la efectividad, especialmente, de los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales (DESCA).

La misma hace un llamado a los Estados Miembros de la OEA a adoptar inmediata y transversalmente el enfoque centrado en los derechos humanos en toda estrategia, política o medida estatal dirigida a enfrentar la pandemia del COVID-19 y sus consecuencias, incluyendo los planes para la recuperación social y económica que se formulen, los cuales deben estar apegados al respeto irrestricto de los estándares interamericanos e internacionales en materia de derechos humanos, particularmente los DESCA; asegurando el funcionamiento de los Poderes Públicos del Estado. Asimismo, la Resolución señala que las medidas que resulten en restricciones de derechos o garantías deben ajustarse a los principios «pro persona», de proporcionalidad, temporalidad, y deben procurar el estricto cumplimiento de objetivos de salud pública y protección integral.

Es importante resaltar que un apartado especial de las recomendaciones se refiere a los grupos en especial situación de vulnerabilidad como las personas mayores, las personas privadas de libertad, las mujeres, los pueblos indígenas, las personas en situación de movilidad humana, los niños, niñas y adolescentes, las personas LGBTI, las personas afrodescendientes y las personas con discapacidad. En ese sentido, la Comisión destaca que al momento de emitir medidas de emergencia y contención frente a la pandemia del COVID-19, los Estados de la región deben brindar y aplicar perspectivas interseccionales y prestar especial atención a las necesidades y al impacto diferenciado de dichas medidas en los derechos humanos de los grupos históricamente discriminados o en especial vulnerabilidad.

La resolución de la CIDH urge la adopción de medidas económicas y financieras para tutelar estos derechos, bajo pautas de razonabilidad y proporcionalidad. Adquiere particular relieve, en el conjunto de las recomendaciones económicas y financieras, lo preceptuado en el punto 18 de la manda de la CIDH. Debo transcribirlo: “Suspender o aliviar la deuda externa y las sanciones económicas internacionales que puedan amenazar, debilitar o impedir las respuestas de los Estados para proteger los derechos humanos frente a contextos de pandemia y sus consecuencias. Ello a fin de facilitar la adquisición oportuna de insumos y equipo médico esencial y permitir el gasto público de emergencia prioritaria en otros DESCA, sin poner en mayor riesgo todos los derechos humanos y los esfuerzos avanzados por otros Estados en esta coyuntura, dada la naturaleza trasnacional de la pandemia”. 

 Detrás de cada crisis, hay una llamada a la ética del civismo y a la responsabilidad colectiva e individual. Aunque la agenda global se vaya a reordenar tras esta pandemia, que algunos comparan con una guerra, resulta evidente que no se trata de desbaratar o de retroceder en otras batallas abiertas y necesarias, como las que libramos contra el cambio climático o la desigualdad. La Agenda 2030 y los ODS no pueden ponerse en cuarentena. Muy al contrario: en esa agenda y en el New Green Deal es donde está escrito el contrato social de nuestra época. Mientras dure la tormenta, y cuando se detenga, los ODS seguirán siendo el anclaje y la brújula que nos permita avanzar y reformular la Agenda 21 y el nuevo orden mundial. De nosotros depende dirigir nuestros esfuerzos para que sea un repunte hacia el mundo que queremos o un punto de no retorno. Y es que, lo que podemos extraer de esta pandemia es la enseñanza positiva de que, trabajando juntos, aunando nuestros esfuerzos, podemos vencer cualquier batalla. Ahora lo primordial es el trabajo en la salud (ODS 3), pero no debemos olvidar la necesidad de seguir trabajando en otros ODS que serán claves para la sostenibilidad del mundo a largo plazo. 

Y como reflexión final nos quedamos con lo que dijo el Secretaria General de Naciones Unidas Antonio Guterres “Aprovechemos la recuperación de la pandemia como cimiento para construir un mundo mas seguro, inclusivo y resiliente para todos”.

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