LA JUSTICIA AMBIENTAL ¿EXISTE?

La provincia de Salta es una de las tantas provincias afectadas por la gran deforestación que se viene produciendo en los últimos años. En este caso un empresario agroindustrial desmontó ilegalmente y tenía orden de no hacerlo, ante ello la justicia salteña lo condeno por desobediencia judicial, a prisión en suspenso por seis meses.
El empresario arrasó con un bosque nativo, por ello la justicia ordena al propietario del campo, ubicado en el departamento San Martín, a reforestar 11.000 hectáreas por un acuerdo firmado con la Procuración General de Salta, que se extenderá por 30 años, por lo que tendrá que plantar 120.000 árboles por temporada.
El proceso penal iniciado con posterioridad a una multa administrativa, fue impulsado por la Fiscalía Penal N° 1 de Tartagal, y la sentencia de seis meses de prisión condicional fue dictada por la jueza Azucena Vázquez, de la Sala II del Tribunal de Juicio de Tartagal, el 2 de octubre de 2015. A todo ello además se inició una demanda civil millonaria que, tras una compleja conciliación entre el demandado y la Procuración General de la provincia, homologada por la jueza Civil de Tartagal, permitirá la recuperación total del bosque arrasado, en dicho acuerdo el empresario cedió sus pretensiones agropecuarias sobre las 11.000 hectáreas desmontadas clandestinamente y convino un plan de recomposición ambiental que abarcará toda la finca y se extenderá por 30 años. Además, se contempló que en el establecimiento se cree un vivero con un stock mínimo de 120.000 plantines de árboles nativos los que servirán para la forestación del bosque arrasado.
Asimismo, se establece que, en caso de violar el acuerdo, el campo quedará afectada hasta su total recomposición natural, como área protegida privada. La propuesta, se logró en el marco del proceso de conciliación, como obliga el Código Procesal Civil en dicha provincia.
Estamos ante un caso que siente procedencia a nivel nacional, en el cual se obliga a la recomposición del predio y del bosque nativo, para algunos puede ser un fallo ejemplar para otros no tanto, pero lo que me da esperanza es que la justicia empieza a tomar conciencia que se debe actuar en pos del medio ambiente y no solo con una reparación económica sino también obligando a la recomposición ambiental. Con este fallo creo que estamos empezando a ver una JUSTICIA AMBIENTAL, todavía falta mucho camino por andar, y lo mejor sería la creación de tribunales “verdes”, especializados en esta materia tan amplia como compleja.
La legislación ambiental existe, la justicia ambiental la estamos empezando a construir.

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