AGROQUIMICOS: EL VENENO QUE ENVENENA

La contaminación agroquímica es una de las más peligrosas contaminaciones que hay en la actualidad. Existen estudios médicos que establecen que entre los efectos más perjudiciales para la salud de personas que habitan zonas de contaminación agroquímica podemos encontrarnos con enfermedades como: leucemia, afecciones respiratorias, mutaciones, malformaciones genéticas,  pérdidas de embarazos entre otras.

Los productos más dañinos en este aspecto son aquellos químicos concentrados, defoliantes, pesticidas, plaguicidas fitosanitarios o biocidas que con el fin de controlar las distintas plagas dejan en el aire elementos químicos muy peligrosos para cualquier habitante de la zona.

Actualmente distintas entidades intentan reflexionar sobre estos métodos de control que a largo y corto plazo provocan alteraciones en la salud como así también provocan grandes pérdidas naturales.

El excesivo empleo y mal uso de pesticidas, fertilizantes, herbicidas o demás agroquímicos lentamente deteriora el suelo, y por si fuera poco, la contaminación por el residuo que éstos dejan con sus envases incrementa aún más la problemática. No nos olvidemos que dichos envases son considerados residuos peligrosos.

En los últimos días en la Provincia del Chaco se habló mucho de este tema por una denuncia realizada por vecinos del Lote 20 Pampa Solís, donde un grupo de personas se vieron afectadas por la descontrolada pulverización con agrotóxicos que durante varios días realizó una avioneta sobre los cultivos de algodón de un campo, en donde el piloto invadió los espacios aéreos de los predios vecinos, provocándoles daños en la salud, en sus cultivos y en sus animales.

Pero lamentablemente este no es ni el primer ni el último caso que ocurre en la zona, ya que han existido otras denuncias similares en la zona y en la provincia.

Pensar hoy en una agricultura sin agroquímicos es imposible, pero lo que sí es posible es hacer respetar la legislación vigente, que la mayoría, por no decir todas las provincias agrícolas la poseen.

Una vez me toco tener una reunión con un grupo de productores, en la cual por supuesto había posturas muy antagónicas, pero lo que creo es, que no se entiende que uno “no va en contra de ellos” sino en apoyo a su trabajo y a defender el ambiente y a la salud, siendo estos últimos dos derechos humanos fundamentales e importantes que están por sobre el derecho al trabajo. En dicha reunión se habló de cuál era la forma de tratar de aunar posturas y solucionar estos conflictos, el resultado obtenido es que ante estas cuestiones hay que plantearse objetivos a corto y mediano plazo.

En mi visión personal los objetivos a corto plazo son empezar por acatar la ley de biocidas que tiene dicha provincia, cumplir las distancias de fumigación, realizar las inscripciones de las maquinarias, hacer las recetas fitosanitarias, dar aviso a las autoridades competentes y por sobre todo respetar y dialogar con los vecinos a la hora de fumigar y no realizar este tipo de atropellos pensando que porque es mi campo, mi propiedad, puedo hacer lo que yo deseo.

En cuanto a los objetivos a mediano plazo se trató la temática de las cortinas forestales, lo cual genero mayor discusión, y recuerdo el planteo que les hice en ese momento, mi pregunta fue “seguro que la mayoría de los presentes tienen hijos y algunos hasta nietos ¿verdad? Y la idea de Uds. es que ellos sigan trabajando sus tierras el día que decidan retirarse de la actividad o que ya no estén más en este mundo ¿no es así?” a lo que todos asintieron, entonces ¿porque no empezar ahora a formar esas cortinas para dejarles una solución a ellos?, Debemos empezar a tener una visión a futuro, y evitar que ellos pasen por lo que ustedes están pasando hoy.

Lo que quiero reflejar con este pensamiento es que como sociedad tenemos que comenzar a ampliar nuestra visión, solucionar los problemas que podamos, pero también empezar a ver  cómo podemos colaborar con las generaciones futuras. Lamentablemente todos hablamos de “MI DERECHO” sin entender que ese derecho termina donde empieza el de los demás y lo más importante es que nos olvidamos de NUESTRAS OBLIGACIONES.

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