EDUCANDO EDUCADORES

La instrucción primaria y secundaria constituyen uno de los pilares fundamentales para llevar a cabo una productiva y original gestión de abordaje de la problemática ambiental. El ámbito escolar es para quienes suscriben justamente “el espacio propicio” para inaugurar semejante gesta. Pretendemos que el educando sea el nexo con la familia -en una primera instancia- y  finalmente con la sociedad en general; logrando que internalice inicialmente los conflictos ligados al cuidado ambiental de su entorno más próximo, para que recién progresivamente vaya incorporando y transmitiendo los trascendentales que atraviesa el planeta. De esta manera paulatinamente se  generaría un genuino y sólido compromiso capaz de extenderse a los ámbitos culturales, económicos y políticos de los que el alumno formará parte en su adultez. Pero este proyecto es aún más auspicioso, pues estamos convencidas que con su consumación se podrá ir dando respuesta también a otros flagelos como la pobreza, la delincuencia y la drogadicción. ¿Cómo pretendemos lograr tan excelsos objetivos?: ¡Trabajando, simplemente trabajando!

El primer paso será aportar al estudiante conceptos teóricos mínimos. No obstante proponemos para este proceso, la utilización de técnicas moderas (teatralizaciones, reproducciones filmográficas, etc.) y el reemplazo de los mecanismos tradicionales de evaluación por otros más agiornados como la elaboración de notas periodísticas o  investigaciones grupales, las  exposiciones orales, entre otras.

Luego es importante lograr interdisciplinariedad a través de la coordinación de tareas conjuntas entre los docentes de absolutamente todas las asignaturas. Por ejemplo: el profesor de “Matemáticas” podría  dirigir relevamientos estadísticos en la comunidad;  los docentes de “Plástica” y “Lengua y Literatura” podrían enfocarse en las actividades manuales y en la  elaboración de cuentos o fabulas  respectivamente, que recepten los  contenidos resultantes del relevamiento. En “Física” se podrían desarrollar experimentaciones con energías alternativas. En “Informática”, se podrían crear páginas web y boletines institucionales.  Incluso en las escuelas con orientaciones  especificas (en nutrición, alimentos, química etc.) y adecuado equipamiento sería dable ejecutar análisis de agua, técnicas de reciclaje, fabricación de abono y de  alimentos orgánicos.

Se pretende asimismo que el alumno tenga la formación adecuada para que pueda formular en persona originales propuestas que  generen sensibilidad en los tomadores de decisiones y autoridades de alto rango (Intendente, Gerente de Empresas, Director del Colegio, Sacerdote, entre otros). Los docentes pueden sumar algunas ideas: la elaboración de un código ambiental escolar, la gestión del remplazo gradual de bolsas de nylon por  biodegradables en la localidad o barrio,  la creación de un espacio de denuncias de casos de contaminación, la ejecución  de campañas ambientales, la fabricación de tarjetas navideñas con papel reciclado etc.

Cumplida la etapa  de aprendizaje llegarán: la diversión, la recompensa económica y la hora de poner en práctica efectivamente verdaderas acciones de lucha contra la contaminación.

Sugerimos que la diversión llegue de la mando de concursos de fotografías o de cortometrajes (en las escuelas con mayores recursos); o de la elaboración de programas periodísticos para radiodifusión o reproducción televisiva; o de la mano de realización de debates áulicos patrocinados por empresas locales o entidades públicas,  que puedan ser difundidos luego por los medios locales. Más adelante inclusive éstos podrían hacerse incluyendo a otras instituciones educativas locales, provinciales y nacionales.

La recompensa económica y la lucha aludida estarán estrechamente vinculadas. Los alumnos al finalizar el proceso estarán en condiciones de realizar efectivas actividades de protección ambiental (recolección de papelería de las empresas para trasladar a plantas de reciclaje, pintado de murales en paredes deterioradas, colaboración en limpieza de baldíos y plazas) que podrían ser retribuidas por la Municipalidad u otros Organismos  Públicos o Privados. Dicha retribución sería útil por ejemplo para financiar visitas educativas o viajes de estudio recreativos, para la compra de materiales didácticos y enseres destinados a las familias de alumnos carenciados. A los fines de obtener beneficios económicos también pondrían venderse los boletines escolares, los alimentos orgánicos, el abono, las tarjetas y demás elementos producidos.  Así indirectamente se dará pelea a problemas sociales trascendentes como la delincuencia y la drogadicción, porque el alumno  ocupará su tiempo extra curricular en tareas comunitarias que de alguna manera también importarán un rédito personal y un aprendizaje que podría garantizarle una futura salida laboral.

No desconocemos que algunas entidades educativas realizaron esporádicamente y de manera algo improvisado tareas similares a las que proponemos, que arrojaron resultados altamente positivos. Sin embargo nosotras proponemos un verdadero plan estratégico con vocación global cuyos frutos  serían sin dudas verdaderamente inconmensurables.

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