LA “MALA COSTUMBRE” DEL MASCOTISMO

Es un hecho que, cuando los seres humanos queremos causar daño, lo logramos y más cuando de medio ambiente se trata.

El mascotismo en la Argentina es uno de los males que genera el tráfico y comercio ilegal de especies exóticas, y a nivel mundial, es el tercer negocio más lucrativo que existe.

Pero empecemos por definir “MASCOTISMO”: significa  tener en nuestros hogares como mascotas, animales silvestres, es decir mantener animales autóctonos en cautiverio y sólo por placer.

Lamentablemente hay personas que pagarían precios muy altos por poseer algún animal exótico en sus casas y esto alimenta un negocio perjudicial y prohibido. Animales como el puma, ocelote, aguará guazú, tapir, monos, serpientes, tortugas, e incluso arañas y escorpiones e innumerables especies de aves y reptiles son víctimas de esta costumbre,

En Europa por ejemplo se puso de moda tener como mascotas a las suricatas, pero hay que recordar y recalcar que ESTOS ANIMALES NO SON MASCOTAS, y al alejarlos de sus ambientes naturales se pone en peligro no solo su vida sino su especie ya que en la mayoría de los casos para poder capturar a los animales, los cazadores furtivos suelen matar a las hembras para poder atrapar a sus crías, eliminando así dos generaciones de la cadena reproductiva.

Cabe aclarar que el problema no termina acá, ya que además se pone en riesgo el equilibrio de todo su ecosistema debido a que cada especie cumple un rol específico dentro del mismo. Otra consecuencia que trae esta práctica del mascotismo es que el animal nunca pierde sus instintos por lo que cuando estos crecen, sus dueños se deben enfrentar a mordeduras, rasguños y épocas de celo, motivo por el cual muchos deciden encadenarlos, condenarlos a vivir en pequeños recintos, o bien, abandonarlos en zonas urbanas.

Recordemos que los animales silvestres no se domestican, y el hecho de tenerlos como mascotas es ilegal, los que si podemos tener en nuestros hogares son aquellos como el perro, gato, conejo, caballo, pato, hámster, entre otros. En el caso de las aves hay algunas especias permitidas, pero siempre se debe tener en cuenta el origen de los mismos, porque estas deben provenir de criaderos autorizados.

Creo que debemos ser responsables con las decisiones que tomamos y más cuando se trata de adoptar un animal, recordemos que ellos también tienen sentimientos y nosotros debemos cuidar

de ellos, no son objetos ni cosas son seres vivos.

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